Las manos son una parte del cuerpo humano de especial importancia, ya que nos permiten llevar a cabo infinidad de funciones necesarias para nuestra supervivencia. Además, son las responsables del sentido del tacto, esencial para determinadas personas, como sordomudos e invidentes. Junto con el rostro, son la parte del cuerpo más expuesta, y de forma continua, a agresiones externas como el frío, los rayos solares, el viento, la contaminación, los lavados frecuentes y el contacto con detergentes agresivos.

¿Prestas la atención y el cuidado necesario a tus manos y uñas? Las manos son nuestra tarjeta de presentación, de manera que un buen cuidado dará una buena imagen de nosotros.

¿Qué características presentan las manos? Las estructuras dérmicas de la palma de la mano son gruesas y resistentes, con abundantes glándulas sudoríparas, y las del dorso son finas y con escasas glándulas.

Su movimiento y su cuidado es indicativo de la personalidad que posees (si eres cuidadoso, nervioso, extrovertido, tímido).

Si no te cuidas y proteges diariamente las manos y uñas, serán un vivo reflejo del paso del tiempo, ya que perderán elasticidad, se deshidratan, aparecen manchas oscuras, se relajan los tejidos, aumenta el pH de la capa cutánea más externa y disminuye la grasa subcutánea.

¿Cuál es la alteración más frecuente de tus manos? Seguro que es la sequedad y aspereza, sobre todo si eres ama de casa o si por tu trabajo las sometes a lavados frecuentes con agua caliente y/o a detergentes agresivos. Hoy en día, esta alteración se ve agravada debido al abuso de lavado de manos y uso de productos higienizantes, que contienen una alta proporción de alcohol. Es por ello, que tienes que tener un especial cuidado añadido de tus manos. Es frecuente que aparezca enrojecimiento e incluso grietas.

¿Cuáles son los factores que pueden ocasionar alteraciones en tus manos? Suelen ser muchos los factores causantes y es muy frecuente que la causa de la alteración sea múltiple.

• Productos químicos agresivos. Puede que sufras algún tipo de dermatitis por contacto con estos productos (detergentes, tintes, álcalis, ácidos, disolventes orgánicos, insecticidas, etc.), por tu profesión e incluso, como te he comentado, por el uso continuado de productos higienizantes.
• Radiaciones solares. Es posible que, si te has expuesto al sol a lo largo de tu vida en exceso y sin fotoprotección adecuada, presentes signos de envejecimiento e incluso manchas.

• Consumo de anticonceptivos orales o de medicamentos fotosensibilizantes o trastornos de tipo endocrino, hepático o nutricional, pueden ser causa de aparición de manchas.
• Factores climatológicos. El frío actúa negativamente sobre el factor de hidratación natural y disminuye la secreción de las glándulas sebáceas y sudoríparas. El calor y el viento hacen que se evapore el agua de la piel y se deshidrate.

• Contaminantes ambientales.
• La actividad profesional.

• Alimentación no equilibrada.

• Consumo de tabaco y alcohol.

• Factores internos. Enfermedades de origen crónico diverso(diabetes), disfunción de glándulas sebáceas y sudoríparas que modifican el manto protector cutáneo, y el consumo habitual de determinados fármacos.

¿Uñas frágiles? ¿Se te rompen con facilidad? ¿Qué puedes hacer?

La aparición de esta alteración ungueal, conocida como ONICOSQUICIA, se caracteriza principalmente por la fragmentación constante de la uña. Puede deberse a diferentes factores, pero suele ser causa de una disminución hídrica, que provoca deshidratación de la queratina de la lámina ungueal (parte dura traslúcida), dificultando la formación cohesionada de la propia lámina y, por tanto, esta se fragiliza. Como consecuencia, la percepción subjetiva de quienes la sufren es que las uñas se abren en capas y hay una ausencia de crecimiento.

Aunque se trate de un problema que afecta aproximadamente al 20% de la población, la mujer lo padece dos veces más que el hombre y, en general, la prevalencia es mayor en personas de edad avanzada. Además, unas uñas frágiles, pueden interferir negativamente en el ámbito profesional, así como dificultar ciertas actividades cotidianas. Paralelamente, cabe tener en cuenta que la fragilidad ungueal las hace más vulnerables frente a microorganismos. Por tanto, aumenta el riesgo de sufrir una infección por hongos en las uñas o bien de tipo bacteriano.

La fragilidad de las uñas puede deberse a múltiples causas. No obstante, con los cuidados pertinentes, se logrará fortalecerlas y mejorar su aspecto. En caso de que el problema persista, consultar al dermatólogo.

¿Sabes cuáles son las causas que pueden originar la fragilidad en tus uñas?

• Envejecimiento. Tener las uñas frágiles y estriadas, es a menudo, parte del proceso normal de envejecimiento. En este sentido, es habitual que estas puedan volverse más blandas y delgadas con el paso de los años y que aparezcan estrías verticales que se extienden desde la cutícula hasta el vértice de la uña.

• Deficiencias nutricionales. Unos bajos niveles de hierro, pueden ser también una causa de uñas quebradizas y débiles. Esto se debe a que este mineral es uno de los componentes de la lámina ungueal. Por la misma razón, la falta de calcio o zinc son otros posibles motivos de la fragilidad de las uñas. Así mismo, la vitamina B y la D (biotina) también juegan un papel clave en su dureza. A su vez, hay que tener en cuenta que todos estos nutrientes son precursores de la queratina, la proteína que forma mayormente la uña.

• Deshidratación. Lavar las manos con frecuencia, sobre todo con agua caliente, puede provocar la deshidratación de la piel y las uñas. Del mismo modo, la sequedad ambiental provocada por la calefacción o la exposición a fuentes de aire caliente pueden favorecer la fragilidad ungueal.

• Sustancias químicas. El contacto directo con productos de limpieza fuertes, tales como detergentes y lejías, el uso de disolventes alcalinos y agentes oxidantes, puede debilitar las uñas. Por otra parte, ciertos ingredientes presentes en los cosméticos empleados en las manicuras, pueden ser también causa de uñas quebradizas. Entre ellos, los quitaesmaltes con acetona, los productos para eliminar la cutícula con hidróxido sódico o potásico y los esmaltes o endurecedores con formaldehído.

• Traumatismos. Gestos cotidianos como teclear el ordenador o tocar un instrumento pueden causar microtraumatismos que debiliten la lámina ungueal. Podemos incluir en este apartado las manicuras excesivas o el uso de tijeras para cortar las uñas. El sistema más indicado para cortarlas sería con una lima de grano fino y siempre en la misma dirección.

• Enfermedades. Sobre todo, enfermedades dermatológicas. Por ejemplo, infecciones fúngicas o bacterianas, dermatitis, la psoriasis o el liquen plano. También puede influir una deficiencia de hierro (ferropenia), por lo que mujeres con abundante menstruación, pueden verse más afectadas.

Asimismo, en un pequeño porcentaje, son consecuencia de alteraciones sistémicas o problemas tiroideos. Si tienes más de 35 años, las uñas se te abren a capas, te notas cansada, pierdes pelo en cantidad abundante y presentas sobrepeso, te recomiendo que acudas a un especialista endocrino.

• Medicamentos. Algunos medicamentos tienen como efecto secundario debilitar la unión entre las capas que conforman la uña.

Si tus manos o uñas están alteradas, para mejorar su estado, en primer lugar, debes buscar la causa o causas que las provocan y, si es posible, evitarlas. A veces, no es posible, por lo que te voy a indicar una serie de recomendaciones para mejorar el estado de tus manos y uñas.

• Utiliza productos de higiene con una detergencia moderada y un pH neutro para la piel, que respete el manto protector cutáneo. Teniendo en cuenta que es un hábito diario, no tienes que abusar del lavado, evita el agua caliente y elije el cosmético adecuado a las características de tu piel. El secado debes hacerlo con cuidado y de forma suave, hasta secarlas por completo.

Mantén una limpieza de tus uñas adecuada. Puedes usar un cepillo suave.

• Protégelas con guantes, para evitar agresiones externas.

• Hidrata tus manos y uñas lo más a menudo posible para recuperar la flexibilidad y la suavidad a la piel, combatiendo la sequedad, descamación y agrietamiento de la piel. Para ello, usa cremas con propiedades nutritivas, hidratantes, reparadoras y cicatrizantes y que además actúan simultáneamente sobre las uñas.

Debes aplicarlas después de cada lavado, a poder ser 3 o 4 veces al día y un mínimo de dos, una por la mañana y otra antes de ir a dormir, con un suave masaje con movimientos ascendentes hacia el antebrazo, incluyendo los dedos e insistiendo en las uñas, para activar la circulación de toda la zona. Puedes ver estas maniobras, en el siguiente video de ODALIS HAIR & BEAUTY que te muestro a continuación.

Las cremas de día, son más ligeras de rápida absorción y deben llevar fotoprotección para evitar la aparición de manchas y retrasar el envejecimiento cutáneo en esta zona.

Las cremas de noche deben ser más untuosas y puedes usar guantes de algodón para dormir, aumentando así la penetración del cosmético y por tanto su efectividad.

Las cremas incorporan en sus ingredientes, Urea (INCI: Urea), Glicerina (INCI: Glycerin), Vitamina E (INCI: Tocopherol), Vitamina A (INCI: Retinol), Colágeno (INCI: Hydrolyzed Collagen), Elastina (INCI: Hydrolyzed Elastin, Escualeno (INCI: Escualano), Aceite de rosa mosqueta (INCI: Rosa Moschata Seed Oil), Colesterol (INCI: Cholesterol), Derivados del Ácido Hialurónico (INCI: Sodium Hyaluronate), Vaselinas (INCI: Petrolatum o Paraffinum Liquidum) , Siliconas (INCI: Methyl Methacrylate Crosspolymer, Dimethicone, Cyclopentasiloxane, Vinil Dimethicone Crosspolymer, Diphenilsiloxy Phenil Trimethicone…), Lanolinas (INCI: Lanolil), Lecitinas (INCI: Lecithin), Alantoína (INCI: Allantoin), Bisabolol (INCI: Bisabolol) , etc.

• Usa aceites nutritivos para uñas con aceite de germen de trigo, aceite de ricino, aceite de rosa mosqueta, aceite de zanahorias y vitamina E.

• Usa revitalizadores y endurecedores de uñas. Los endurecedores de uñas tienen como función aumentar la resistencia de la lámina ungueal al agrietamiento, laminado y fracturación. Se componen de sales astringentes solubles en agua; así, nos encontramos con sales de aluminio y de cinc, como el aluminio y potasio sulfato (alumbre), el sulfato de aluminio y el acetato de cinc. Para una mejor penetración y recubrimiento de estas soluciones se incorporan humectantes del tipo propilenglicol y glicerina. También existen endurecedores con ceramidas.

El tratamiento ungueal con estos endurecedores consiste en sumergir las uñas en la solución salina astringente durante 5-10 minutos.

• Trata tus cutículas
  La cutícula se forma en la base de la uña y está formada por células muertas y es de forma irregular. No debes cortarla, para así evitar heridas y futuras infecciones. Conviene que la rebajajes mecánicamente, empujándola hacia atrás mediante un instrumento blando (palo de madera de naranjo, de plástico o de goma), pero en muchas ocasiones este procedimiento no es satisfactorio y se necesita aplicar un cosmético quitacutículas.

Los cosméticos quitacutículas tienen como fin disgregar la cutícula para devolver a la uña su forma original. Se formulan con sustancias alcalinas (hidróxido sódico al 2% o fosfato trisódico al 8%), tanto en formas líquidas como en crema.

Antes de su aplicación se debe reblandecer la cutícula sumergiendo las uñas en agua jabonosa secándolas bien. Un efecto indeseable es la posibilidad de provocar irritaciones. Después, se aconseja aplicar una crema para hidratar toda la uña

Otro tipo de tratamiento son los preparados que ablandan la cutícula para poder eliminarla más fácilmente, de forma mecánica. Están formulados en forma de crema.

• Realiza una exfoliación de tus manos una vez a la semana para eliminar las células muertas de la piel que se acumulan en la capa externa y que acostumbran a provocar una sensación de rugosidad desagradable.

Puedes ver el siguiente vídeo de ODALIS HAIR & BEAUTY donde te lo explica.

• Para tratar las manchas cutáneas (hiperpigmentación), te recomiendo el uso de cremas despigmentantes, que contengan alfa-hidroxiácidos como Ácido glicólico o láctico (INCI: Glycolic Acid, Lactic Acid), Ácido kójico (INCI: Kojic Acid), Hidroquinona (INCI: Hydroquinone), derivados de la Vitamina C (INCI: Ascorbic Acid) , Ácido azelaico (INCI: Azelaic Acid), extractos de plantas como, Glycyrrhiza Glabra Leaf Extract (Regaliz) Arctostaphylos uva urs(Gayuba), Achillea Millefolium Flower Extrac (Aquilea),  Citrus Limon Fruit Extract (Limón),  Morus Alba Root Extract (Morera) o Chamomilla recutita Extract (Manzanilla)), Aceite de rosa mosqueta (INCI: Rosa Moschata Seed Oil), etc.

Si las manchas persisten o aumentan de tamaño, debes acudir a un dermatólogo para su tratamiento médico.

• Realiza una manicura adecuada. Es importante que utilices utensilios de manicura de calidad y que proporcionen un uso fácil, preciso y cómodo. De lo contrario, se puede dañar la uña.

Mantén las uñas a una longitud adecuada, rectas, alineadas y sin exceder el borde libre del dedo.

Los esmaltes de uñas, pueden ejercer una función protectora. No obstante, siempre que no se apliquen y retiren más de una vez por semana. Así mismo, se aconseja utilizar quitaesmaltes sin acetona.

Respecto a las uñas artificiales, cabe tener en cuenta que su retirada implica un traumatismo y, además, impiden el adecuado transporte de oxígeno. Evita la manicura permanente.

Lima las uñas e hidrátalas para evitar la formación de astillas y que se resequen y puedan romperse más fácilmente.

Aplica un endurecedor o fortalecedor de uñas para combatir la fragilidad. Para que puedan ser efectivos, es importante que estos tratamientos incorporen ingredientes que promuevan la reconstrucción de la queratina de la uña.

• No te muerdas las uñas. Morderse las uñas puede ser algo normal para muchas personas, pero es un hábito de carácter nervioso y que afecta al 10% de los adultos. Es un acto, que alivia de cierta manera la ansiedad y tensión acumulada, llegando a afectar a la salud.

Las uñas acumulan suciedad y al estar en contacto con todo tipo de patógenos puedes, sin quererlo, introducir sustancias dañinas a tu cuerpo, provocándote enfermedades de origen bacteriano o vírico. Otras razones por las que morderse las uñas no es saludable, es debido a que hay mayor riesgo de herpes, mal aliento y deformación de las uñas

• Descansa las horas necesarias, entre 7 y 8.

• Mantén una dieta equilibrada. Una alimentación variada es fundamental para evitar la deficiencia de algún nutriente incluyendo proteínas y vitaminas. Rica en verduras y frutas. Sobre todo, para la salud de las uñas, ejercen un papel clave la L-cistina (aminoácido presente en la carne, los lácteos, los huevos o los cereales), el hierro, el calcio, el zinc, la vitamina D (Biotina)y vitamina A.

¿Qué alimentos pueden beneficiarte para el cuidado de tus uñas?

Levadura de cerveza: Es rica en proteínas y vitaminas del grupo B. La absorción de esta proteína es muy buena, incluso similar a la del huevo.

El germen de trigo: Es la parte central del grano del trigo, rica también en proteínas, vitaminas del grupo B y ácidos grasos esenciales. Aporta, además, vitamina E y zinc.

Semillas de lino y nueces: Ambos alimentos son fuentes de omega 3 y aportan grasas saludables a tu dieta. Especialmente las nueces te aportaran selenio y facilitarán que tus uñas se formen correctamente, dándole la elasticidad y dureza que necesitan.

Frutos rojos: Las frambuesas, arándanos o fresas, son algunos ejemplos de frutos rojos que se pueden incluir en todos los desayunos o meriendas. Son ricas en vitamina C y antioxidantes, por lo que evitarán la rotura de las uñas. Además, la vitamina C junto con el hierro incrementaran su absorción, disminuyendo el riesgo de anemia ferropénica.

• Usa crema barrera. Forman una película continua, flexible e impermeable de forma persistente sobre la piel, no se rompen ni se resquebrajan con los movimientos, no se adhieren a los objetos que se manipulan y son de aplicación sencilla.

Se deben utilizar antes de empezar la tarea que requiera manipular sustancias irritantes y eliminarlas al finalizarla con un lavado normal.
Existen distintas clases de cremas barrera dependiendo del tipo de sustancia de la se quiera proteger la piel.

• Haz uso de NUTICOSMÉTICOS. En caso de una posible deficiencia nutricional, se puede recurrir a suplementos vitamínicos y minerales específicos para fortalecer las uñas. La nutricosmética, puede ayudarnos gracias a los activos naturales que actúan desde el interior y complementan la dieta de forma sencilla y eficaz.

¿Cuáles son los activos más utilizados en nutricosmética?

Colágeno, proteína que forma parte de la estructura de la piel, y sus propiedades permiten el estado firme, terso y elástico de la misma. También aporta fortaleza a las uñas.

Ácido hialurónico, componente natural y esencial en la piel, ya que favorece la hidratación de la piel, gracias a la alta capacidad de retención de agua.

Antioxidantes y vitamina C, ayudan a la ralentización del envejecimiento.

Los ácidos grasos como los Omega 3, 6 y 9 son especialmente interesantes, ya que favorecen la firmeza, elasticidad e hidratación en anos y uñas.

Otros activos utilizados en nutricosmética para cuidar la piel, el cabello y las uñas son minerales como el Zinc y otros componentes como la Biotina (vitamina B₇ o H), la Niacina (vitamina B₃) y la Riboflavina (vitamina B₂), que contribuyen al buen mantenimiento de piel y uñas.